EL HUERTO ESCOLAR • 9
Labores y cuidados constantes en el huerto
¡Hola, pequeños agricultores y agricultoras!
Ya os habréis dado cuenta de que cada cultivo es diferente,
y además que según su estado, el tiempo que haga, la época en que estéis, etc.,
requiere unos cuidados diferentes. Es cierto, pero hay algunas cosas que
conviene tener presentes en todos los cultivos y algunos trabajos que conviene
hacer frecuentemente.
La escarda. Seguramente ya habréis visto a algún/a
agricultor/a escardando pacientemente con una azada fina (ved el dibujo).
Escardar es remover ligera y superficialmente la tierra de los cultivos, entre
las hileras, y entre las plantas de cada hilera. Debéis realizarlo
frecuentemente, teniendo siempre cuidado para no dañar las plantas que
cultiváis.
La escarda es un trabajo fatigoso pero muy importante,
sirviendo, por ejemplo, para mullir y airear el suelo.
La escarda sirve también para eliminar las hierbas
“competidoras” de nuestros cultivos: removiendo la tierra frecuentemente entre
las hileras del cultivo, y entre las plantas de cada hilera, se impide que
arraiguen y crezcan las hierbas competidoras. Las semillas de muchas plantas
germinan y crecen entre las que nosotros/as cultivamos. Se les suele llamar
“malas hierbas”, pero no son malas o buenas, sino competidoras de nuestros
cultivos: les quitan agua, nutrientes y luz.
Es el proceso normal que ocurre en la naturaleza, pero que
si en nuestros cultivos no lo evitáramos, las cosechas se reducirían muchísimo.
Algunas hierbas de raíces muy profundas hay que arrancarlas de raíz; para ello,
estirad fuerte de ellas con las dos
manos; mejor cuando la tierra esté bien mojada; quizás
también convenga quitarle antes con la azada la tierra de alrededor para
sacarla mejor. Al acabar, echad las hierbas cortadas al montón de compost.
¿Habéis oído hablar de los productos herbicidas? En la
agricultura convencional, para producir más sin tanto trabajo de escarda, se
suelen echar esos productos para matar las hierbas, pero eso puede ser un
peligro para la salud de quien consuma los alimentos cultivados así. En vuestro
huerto escolar no tenéis tanto terreno, y tampoco viene mal un poco de trabajo
físico para estar sanos y sanas, ¿no?
Así que escardar frecuentemente, ¡vuestra salud os lo
agradecerá!
Observaciones y cuidados frecuentes. Para tener un huerto
escolar bien cuidado y productivo, debéis prestarle una atención diaria,
apuntando en vuestro cuaderno las
labores y observaciones interesantes que hagáis: medid,
pesad, observad las plantas que aparecen, su crecimiento, los daños que sufren,
los frutos, los animales que veis, etc. Organizaos para cumplir este trabajo
periódicamente.
Recordad que cada cultivo tiene unas características
diferentes, y requiere unas labores y cuidados particulares.
No os olvidéis del riego, necesario cuando la lluvia no es
suficiente para mantener las plantas en crecimiento.
Observad cada día cómo están las plantas y el suelo y estad
atentos/as al tiempo que viene. En general, es preferible regar frecuentemente,
y no en exceso. Las mejores
horas suelen ser la mañana y el atardecer, cuando el sol no
calienta tanto.
Investigamos y experimentamos. Pensad y poned en práctica
distintas pruebas y
experimentos: plantad en distintos lugares, en diferentes
épocas, cuidando de forma diferente los cultivos, etc. Apuntad siempre todos
los datos en vuestros cuadernos de notas, y a partir de los resultados sacad
vuestras propias conclusiones. Haciendo esto mejorará mucho vuestra técnica.
Para ayudaros en este trabajo, podéis preparar un fichero de
cultivos, escribiendo en las fichas lo que consideréis interesante: su nombre
común en euskera y castellano, su nom-
bre científico, labores y cuidados que requiere, época para
hacerlos, dibujos de sus diferentes fases y partes, y cualquier observación o
truco que os pueda ayudar para futuros cultivos.
Y en vacaciones,… ¿quién lo cuidará? ¿Habéis previsto qué
pasará con vuestro huerto escolar en los períodos de vacaciones? Si no lo
cuidáis, se llenará de hierbas, se secarán los cultivos si no llueve, o
dejaréis cosecha sin recoger. Os tendréis que organizar para evitar todo esto:
averiguad las labores que habrá que realizar, y los turnos para hacerlo.
También podéis pedir ayuda al profesorado, padres y madres, conserje, vecinos,
etc.
Pues sí, un huerto bien llevado exige trabajo y
preocupación, pero os proveerá
de alimentos saludables, cultivados con respeto a la
naturaleza. ¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario